Descripción
Chocolate Padre Matías con Leche.
Este chocolate está elaborado en nuestro pequeño obrador familiar, el único taller artesanal de chocolates que hay hoy en Andalucía y uno de los pocos que quedan en España que partan de habas de cacao para sus elaboraciones.
Como sabrás, el chocolate surgió del encuentro de dos mundos: el Nuevo, que aportó el cacao, un regalo de sus dioses, y el Viejo, que supo endulzarlo para convertirlo en una delicia de los mortales.
Desde enconces, muchas personas han contribuido a su refinamiento y difusión, como, por ejemplo, Rodolphe Lindt, que inventó la “concha” en 1879, una máquina con la que – al igual que hacemos hoy nosotros con la nuestra – rematar el chocolate y conseguir una excelente calidad.
Nuestra familia tiene el honor de tener un antepasado entre estos personajes que contribuyeron a mejorar la calidad del cacao. Con esta tableta rendimos homenaje a Matías Ruiz Blanco, un franciscano que llegó al norte de Venezuela en 1673 y se dedicó – según consta en un libro escrito por él y que se conserva en nuestra casa como un tesoro – a recorrer la mitad oriental ayudando a los indios “palenques” y “cumanagotos” a mejorar el cultivo del cacao.
Hoy, más de tres siglos después, la historia se repite y hemos contactado con los descendientes de aquellos indios que conservan el secreto para producir el mejor cacao del mundo. Son auténticos cacaos “criollos”, reliquias de la naturaleza que han perdurado a los embates de los tornados caribeños y al empuje de las empresas multinacionales, que exigen grandes producciones. Nuestro caca, el que utilizamos para elaborar este chocolate, es de una producción tan escasa pero de tan alta calidad, que sólo representa el uno por ciento de la producción mundial.
Vas a probar, por tanto, un chocolate único y selecto, una mezcolanza fruto del encuentro de dos civilizaciones, que aún perdura en sus entrañas entre el amargor que disuade y la suavidad que seduce.
Antonio Rivero Ruiz, chocolatero.
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